A dormir y a soñar. A soñar con la vida, a soñar con que aun vivimos y tenemos tiempo de abrazarnos una vez más y mirarnos, tan solo mirarnos para sabernos completamente. Saber nuestros caminos y saber porque elegimos lo que elegimos. Saber lo que sentimos, y saber nuestro temer. Para luego, con el saber en el alma y el corazón, sucumbir a la tentación y dormir, tranquilos, puros, serenos. Y dormir.
juanpi.
miércoles, 5 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Dormir y soñar con abrazarse no es lo mismo qe abrazarse realmente.
Me sorprendiste gratamente.
:)
Publicar un comentario